Cómo doblar o curvar el bambú
Más fácil de lo que imaginas
Una de las preguntas recurrentes tiene que ver con las técnicas o prácticas usadas para lograr curvar el bambú.
La verdad es que doblar o curvar el bambú, no es para nada complicado, eso sí, de cuidado y maña.
Muchas veces requerimos o deseamos poder contar con elementos de bambú para nuestros proyectos con formas curvas.
El empleo de elementos constructivos como arcos, o vigas a contra flecha, y elementos compuestos para la construcción de puentes, es común.
Las técnicas empleadas
Para doblar o curvar el bambú, se suelen usar básicamente dos o tres técnicas relativamente simples.
La primera de las técnicas es la de calentar el culmo, con lo cual se reblandecen Las fibras y se logra dar una curvatura de alguna importancia al bambú.
Ese calentamiento se puede lograr mediante el uso de un soplete, o bien mediante el empleo de vapor de agua.
Otra de las técnicas empleadas, es la de forzar los culmos mediante guías previamente configuradas.
Estas guías se logran mediante la disposición de plantillas de escala 1:1 trazadas sobre una superficie plana.
Una vez trazadas las plantillas, se disponen varillas metálicas de diámetros de entre 10 y 20 mm según el tamaño del culmo a curvar.
Dichas varillas se entierran o aseguran al suelo, en separaciones longitudinales y laterales.
De tal forma que se pueda forzar el culmo para que adopte la forma de la plantilla.
Generalmente este método se usa para elementos compuestos por más de dos culmos.
De tal manera que, al juntarse, y ya con la curva conformada, se ajustan con una cuerda o prensas y se pernan los elementos entre sí.
Usando para el pernado, varillas metálicas roscadas o tarugos del mismo material, dispuestos diagonalmente y de forma encontrada.
Uno dispuestos diagonalmente en una dirección y el siguiente en la otra, de tal forma que se logra su fijación entre sí de los culmos.
Una vez ajustados, al soltarlos, estos ya mantienen la curva deseada.
Por último, podemos hablar de una tercera técnica más artística y de usos especiales.
Halamos de curvar el culmo siguiendo su crecimiento natural, mediante el empleo de moldes.
Esta técnica implica un tiempo largo, pero se amolda idealmente a proyectos especiales, de tipo artístico y decorativo y eventualmente arquitectónico.
Los usos más frecuentes
Los empleos más frecuentes para este tipo de técnicas tienen que ver con cada proyecto en particular.
Hablamos desde arcos para vigas compuestas usadas en puentes, hasta muebles y obras especiales.
El uso más común puede ser el de vigas que trabajen a contra flecha, es decir curvadas en sentido contrario a la dirección del esfuerzo que soportará.
Otros usos menores son el de muebles y decoración.
En la práctica
Tal como ya lo mencionamos, se usan culmos de bambú, dispuestos en longitudes considerable y útiles para los respectivos proyectos.
También igualmente podemos hablar de la forma de curvar tiras de bambú que conformarán un laminado.
Esto se logra encolando las tiras de bambú, y disponiéndolas en un molde a modo de prensa, con la forma o curva que se le quiere dar.
En este caso, la cola tendrá el mismo efecto que los pernos en los elementos compuestos por culmos de bambú.
Conclusiones
Bien, queda claro que curvar el bambú, no implica mayor ciencia.
Debemos recordar la disposición longitudinal de las fibras en el bambú y su densidad en las paredes del culmo.
Siempre que el diseño lo exija, podremos pensar en usar el bambú disponiéndolo en elementos compuestos , con curvatura.
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Un saludo bambusero.