Que tienen que ver el bambú en la COP24

Una solución natural al cambio climático.

 

La Cumbre del Clima número 24 de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ha tenido lugar del 3 al 14 de diciembre en Katowice, Slaskie, Polonia donde se han intentado formalizar las reglas para la implementación del Acuerdo de París sobre el cambio climático en el marco del programa de trabajo del Acuerdo de París (PAWP).

Hace tres años, los países acordaron en la capital francesa hacer todo lo posible para mantener el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2°C en comparación con los niveles preindustriales, y lo más cerca posible de 1,5 ° C.

El objetivo fundamental es poder encontrar soluciones y concretar acciones conducentes a la reducción de los impactos que afectan directamente al cambio climático, como es el caso de las emisiones de  dióxido de carbono, entre otros.

Encontrar soluciones reales, pero además naturales al cambio climático, la degradación medioambiental y las situaciones de pobreza que aquejan a la humanidad, es posible gracias a un recurso natural como el bambú.

Las soluciones naturales al cambio climático tienen la capacidad de ofrecer cerca de 35% en la cantidad a mitigar de dióxido de carbono contabilizada para  para 2030.

No obstante la aportación ofrecida por un material natural como el bambú, está siendo dejada de lado en las discusiones sobre  soluciones al cambio climático.

Es conocido por mucho de nosotros que el bambú, por su rápido crecimiento y sobre todo por su gran utilidad en corto tiempo, debido a su rápido proceso de lignificación (endurecimiento de su lignina), se puede utilizar en la realización de un gran número de soluciones alternativas que actualmente usan otros materiales de origen industrial, como puede ser el caso de soluciones y sistemas constructivos.

Todos estos productos y soluciones se convierten en una alternativa sostenible y  muy baja en carbono a otros materiales como el PVC,  el aluminio, el acero, y el hormigón armado, e incluso a maderas de alta densidad previamente industrializadas.

Tanto los bosques de bambú, como los  productos derivados del bambú pueden almacenar mucho más carbono que diferentes especies de árboles, y de esta manera proporcionar un mecanismo de mitigación al cambio climático muy importante durante todo el año.

La conservación de bosques naturales de bambú, los incentivos y las iniciativas para plantar bambú, todos los apoyos gubernamentales e institucionales en este sentido contribuyen decididamente en el papel del bambú como material y recurso natural que contribuye a solucionar la problemática del cambio climático y ayudar con las iniciativas a implementar para tal efecto que se plantean y discuten en la COP24.

Resulta de vital importancia la difusión y el conocimiento de las bondades y benéficos medioambientales que aporta el bambú. Pero no solo su valor y aportación a la sostenibilidad se reduce al plano medioambiental.

El bambú a través de su producción, e industrialización, contribuye a la regeneración del tejido social allí donde se produce, y a la creación o reactivación de las economías locales, contribuyendo así con la variable social y económica. Pero además aporta decididamente a la variable cultural generando sentido de pertenencia y espacios físicos para la investigación y el esparcimiento.

Por todo lo ofrecido por éste recurso natural, este adquiere un papel protagónico en las acciones y posibles soluciones a implementar desde ya para la mitigación del cambio climático y por ende del cumplimento de la COP24.