Consecuencias de una mala gestión.

Los límites biofísicos del planeta o lo que es lo mismo; la bio capacidad que éste tiene para regenerar sus recursos en un periodo de tiempo determinado y su capacidad de absorber todos los impactos negativos que causamos, han sido traspasados por nuestra pésima gestión.

Hemos hecho tan mal las cosas, por culpa de nuestro antropocentrismo y pensar que éramos superiores, y más aún ajenos a la naturaleza, que hemos ido reduciendo, nuestro propio espacio.

Ese espacio en el cual podemos vivir de manera segura y justa, ese espacio que nos brinda el ecosistema, nuestro planeta, nuestro único planeta.

Agotamos el stock de ese gran almacén de manera muy poco inteligente, causando la insostenibilidad a la que nos vemos abocados en la actualidad y a la que nosotros mismos le hemos impreso un ritmo endiablado, que nos está conduciendo al colapso.

Es hora de tomar conciencia, aún podemos cambiar de paradigma y asumir nuestros roles de manera correcta, de empezar  gestionar y cumplir con nuestras responsabilidades.

Debemos desde ahora entender que tenemos que ser ciudadanos responsables y ejercer sabiamente nuestro deber de elegir a quienes delegamos la administración, a nuestros administradores locales y regionales; para que estén a servicio de nuestra comunidad y no al contrario como hasta ahora, pero ello implica desde luego conocer la problemática, ser conscientes de ella y actuar en consecuencia con autoridad moral para exigir acciones administrativas y de gestión de los recursos naturales en pro de la comunidad local.

Debemos asumir responsablemente nuestro papel de consumidores exigentes; saber exigir a los productores y hacerles entender que no nos conformamos con cualquier cosa, de tal forma que sepamos tomar nuestras decisiones de compra.

Solo cuando tengamos una clara conciencia ambiental y ejerzamos nuestros roles de ciudadano y consumidor responsable, empezaremos a actuar en pro del re vertimiento de las consecuencias que ahora estamos viendo.