El cambio climático y la falta de agua
El innegable avance del cambio climático y la ya grave escasez de agua que ya acusan muchos países como resultado de una funesta gestión de los recursos por parte de todos, y digo de todos, porque como hemos venido diciendo en anteriores videos y posts, la problemática que vivimos, que va más allá de lo meramente medioambiental, trascendiendo a lo social, lo político, lo económico y lo cultural, es responsabilidad de todos.
Pensar que mis actuaciones son ajenas a la problemática actual es negar una realidad evidente. Nuestros hábitos asociados a la cadena de producción y consumo resultan más que relevantes y afectan de manera importante la conservación de los recursos y los servicios que nos brindan los ecosistemas, que anqué no lo percibamos están interconectados y que al igual que todos los seres humanos que hacemos partes de ellos y del gran ecosistema llamado planeta tierra, somos independientes pero interdependientes, de tal forma que nuestra actuaciones por pequeñas que sean, siempre afectarán de uno u otro modo, tanto negativa, como positivamente.
La falta de un recurso tan básico, y tan importante para la necesidad de todos los seres vivos, ha de ser gestionada de forma muy eficiente, eficaz y responsable. Lo que hasta ahora evidentemente no hemos hecho y en virtud de lo cual ya podemos ver los problemas de escasez, ya no solo en África sino en muchas otras partes, y queramos admitirlo o no, somos de una u otra forma responsables.
Nuestra responsabilidad no solo pasa por exigir a los gobernantes velar por una eficiente gestión de los recursos económicos, sino que mucho más importante, una correcta gestión de los recursos naturales y mucho más la de recursos tan de primerísima necesidad como el caso del agua.
Algunos dirán, pero la mala gestión es donde se da la escasez, y quizá en parte lo sea, pero no podemos olvidar que todo está conectado con todo en este planeta y que todas nuestras actuaciones tarde o temprano tienen consecuencias.
De otra parte y, a pesar de los avances tecnológicos, pensar en echar mano del agua del mar, resultará siempre muy poco eficiente y desde luego ineficaz, al tiempo que demandará el consumo de recursos adicionales.
Como siempre lo digo y tal vez con mucho optimismo. Aún creo que estamos a tiempo de contribuir al cambio mediante nuestra toma de conciencia y nuestras actuaciones por convicción y no por obligación.
Si quieres saber cómo puedes contribuir decididamente y al mismo tiempo sentir que tu calidad de vida cambiará solo tienes que enterarte un poco más y verás cómo entre todos lo logramos, y para ellos estamos aportando nuestro granito de arena.
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