El dilema: Sistema o sostenibilidad

¿Apuntan nuestras actuaciones realmente a la sostenibilidad?

“tenemos que evolucionar hacia un esquema de sociedad que aprendan a vivir bien con menos consumos de materiales y energía”.

Cualquier iniciativa tendiente a implementar un sistema económico que busque un cambio real y viable hacia la sostenibilidad, debe necesariamente pasar por asumir que el crecimiento permanente de una población y su consumo es imposible y, por tanto, tenemos que evolucionar hacia un esquema de sociedad que aprendan a vivir bien con menos consumos de materiales y energía.

Una desmaterialización del consumo y un crecimiento enfocado en el crecimiento como personas y como sociedad.

Una iniciativa de economía que mire a la naturaleza, que se base en sus principios y procesos, de tal forma que no se generen desechos, sino, por el contrario, se procure una eficiencia basada procesos más austeros que apuntan al bien común y a un crecimiento de las personas en todo sentido, y no en la acumulación de bienes materiales y el crecimiento económico.

Una economía circular se enmarca en lo que propone un paradigma ecológico; un encaje con el ecosistema que busca articular la economía de nuestra sociedad humana como la propia naturaleza, administrando y potenciando la energía que ella misma es capaz de producir, sin exceder su capacidad para hacerlo y favoreciendo los sistemas de producción de soluciones a las necesidades fundamentales.

Que se cierren sus ciclos sin generar apenas algún residuo, y que éstos logren naturalmente incorporarse al ecosistema en un proceso regenerativo que esté acorde con nuestra escala de tiempo. Reciclando al máximo lo material antes de que se incorporen como residuo dentro de los sistemas de naturaleza, y que al hacerlo lo hagan en un estado viable para su regeneración, sin que sea causa de desequilibrio en la misma naturaleza.

¿Es la economía circular una solución realista?

La pregunta, ante una perspectiva como la actual, donde el sistema a agotado su esquema, seria: ¿Es la economía circular una solución realista?