Sostenibilidad integral del Bambú
El Bambú no solo representa un recurso económico, sino que genera otros tipos de riqueza con mucho más valor. Ya que además resulta ser un recurso ecológico de incalculable valía por todos sus beneficios ambientales añadidos.
El Bambú es un recurso que aporta a la reconstrucción y al mejoramiento del tejido social donde se produce, cultiva y aprovecha, haciéndolo más equitativo mediante la desmaterialización, compatibilizando lo social con lo económico. Enseñándonos que la vida es más sencilla de lo que no la hacemos, dando ejemplo de suficiencia y cooperación en la naturaleza.
“El bambú resulta fuente de investigación y atractivo turístico”
Mejora la economía y la calidad de vida de la zona donde hace presencia, compatibilizando de esta forma la economía local con el ecosistema, mediante un efectivo cierre de ciclos, lo que hace muy viable y favorable su uso.
Además se constituye una fuente de investigación y atractivo turístico, generando un sentido de identidad con el ecosistema que conforma, recuperando sus valores y haciendo más vivible el entorno.
“El bambú es capaz de retener hasta 30000 litros de agua por hectárea”
No solo hablamos de un recurso natural renovable; ya que resulta útil para recuperación de terrenos con problemas de pobreza de capa vegetal y poca humedad. Contribuye a la minimización del CO2 ambiental generando 35% más de oxígeno que especies equivalentes y capturando hasta 4 veces más CO2.
“Gracias a su capacidad de retención de agua regula el caudal hídrico”
El bambú fertiliza los suelos produciendo hasta 100 toneladas de biomasa por hectárea en 6 años producto de su follaje y residuos vegetales y reduce de la erosión del suelo gracias a su denso sistema de raíces que forman un entramado que impide los deslizamientos de tierra.
Como si lo anterior fura poco, el bambú es capaz de retener hasta 30000 litros de agua por hectárea debido a su capacidad para almacenar agua dentro de sus canutos.
De igual forma gracias a su capacidad de retención de agua regula el caudal hídrico permitiendo al suelo mantener un regular nivel freático, lo que hace que no se anegue el terreno en épocas de lluvias y no falte agua en épocas de sequía.
Y en lo que ofrece al entorno donde encontramos el bambú, podemos observar que:
- Reduce de temperatura del ambiente por efecto de la evaporación gracias a sus hojas y la sombra que produce.
- Contribuye a la purificación de aguas negras vertidas en las zonas cubiertas por su sistema radicular, llegando incluso a capturar metales pesados.
- Contribuye al verde del paisaje y crea excelentes ambientes con potencial eco turístico, recreativo y laboratorio de I+D para la academia.
Por último, anotar que, requiere menos de la mitad de energía para producción por m3 que la madera, debido a sus elementales procesos de transformación requiere una mínima energía utilizada.
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